lunes, 9 de julio de 2012

Sonidos de los Autonautas de la cosmopista. Parte 3

Uno de los fines de jornada que más se repiten es que después de la cena la Osita se instala en el asiento trasero de Fafner, usándolo como cama, y luego de encender la lámpara de butagás se pone a leer con gran empecinamiento cosas tales como el diario de Virginia Woolf, mientras yo me paso a los asientos de pilotaje y allí enciendo el transistor, conecto los audífonos, y armado de numerosas cassettes me ofrezco un concierto que es siempre como un resumen de mí mismo, o sea algo heteróclito, absurdo, contradictorio, ilógico, en otras palabras la música tal como siempre la he entendido y querido, para escándalo de mis amigos los melómanos serios.

Casi al final de la expedición me pregunto por las razones que dictaron mi selección de las cassettes. Está muy bien, pero no siempre entiendo por qué. La hice apresuradamente, y eso explica acaso que haya tres obras de Lutoslavski y ninguna de Boulez, tres cassettes de Billie Holiday y nada de Ella Fitzgerald o de Helen Humes. 

Witold Lutoslawski. Concierto para orquesta I. Intrada.




Billie Holiday. My man



No importa, hay más que suficiente para el viaje. Tangos, por ejemplo, Carlos Gardel con una selección que incluye Malevaje y Mi noche triste (en la buena versión, ojo), Ángel Vargas, Pugliese, Julio de Caro, y una selección de los clásicos más canyengues que me regaló el Tata Cedón y donde están Rosita Quiroga, Corsini, Magaldi, Charlo... 


Carlos Gardel. Malevaje




Julio de caro. Mi dolor




Rosita Quiroga. A media luz




Tengo también una entera cassette con la voz de Eladia Blázquez cantando sus canciones que en estos días, al final de esta imbécil y siniestra guerra de las Malvinas, parecen todavía más verdaderas: Somos como somos, Patente de piola, Vamos en montón... Pero también están ahí, y tambien son tan ciertos para mí, El corazón al sur, y Por qué amo a Buenos Aires.


Eladia Blázquez. Porque te amo Buenos Aires

1 comentario:

  1. "My Man" de la desgarrada Billie... la interpretación más intensa y magistral desde que tengo memoria! Sin olvidar el estilo y el repertorio de la Piaf, por supuesto!

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